Porqué sumar Fibras Naturales a nuestro día a día...

Cada oportunidad en la que elegimos una alternativa natural sabemos que no solo ayuda al medioambiente sino que también es conveniente para nosotros. Optar por llevar fibras naturales sobre nuestra piel en lugar de fibras sintéticas es un claro ejemplo, un primer paso en el camino de ser más respetuosos con nosotros y nuestro entorno. Cada día conocemos más acerca del impacto que nuestras formas de consumo y producción provoca en el medio ambiente y cada vez somos más conscientes de sus consecuencias. Al Igual que la comida, sucede lo mismo con nuestra piel, el órgano mas extenso de nuestro cuerpo, un consumo natural mejora nuestra salud.

Estudios realizados sobre el uso de prendas sintéticas indican que nos genera nervios y  ansiedad. Este efecto lo producen las prendas sintéticas a través de nuestra piel en el organismo impidiendo que esta transpire correctamente, al mismo tiempo que el sudor sea de un olor desagradable al contacto con las fibras de las prendas.
Materiales naturales como algodón, lino, lana, seda, son  los que a nuestro organismo marcan un cambio positivo visible: el olor corporal y en la prenda, comodidad y mayor tranquilidad, es decir, de humor menos alterable. Nos crean balance hormonal y neuronal y son totalmente indicadas para problemas cutáneos, para bebés y personas mayores.

Además de ser fibras orgánicas y manufacturadas de manera artesanal, la fama de las fibras naturales se concentra en su extrema suavidad, durabilidad, frescura y tacto natural. 
Las prendas confeccionadas con fibras naturales nos acompañan toda la vida gracias a su calidad y sus diseños atemporales llenos de herencia cultural, que perduran por sobre las tendencias efímeras. 
Las diferentes fibras nos ayudan a satisfacer diversas necesidades, mejorando nuestra calidad de vida en general. La lana conserva el calor en invierno y sus propiedades aislantes nos mantienen frescos en verano. Es un material que promete acompañarnos toda la vida por ser altamente durable.
Algunas fibras naturales, como el lino y el algodón orgánico, son algunas alternativas que se combinan de excelente manera con la lana en estaciones más calurosas. El lino se caracteriza por ser fresco e higiénico, y tiene la particularidad de no irritar la piel o causar alergias, manteniendo la piel sana. Por eso se usa para la confección de ropa blanca, mejorando el sueño y evitando que se acumulen bacterias. Mientras que el algodón orgánico es suave, permeable, absorbe humedad y sus prendas poseen ventilación natural lo que las hace frescas y fácil de lavar. Es por esto que es tan agradable vestir prendas de algodón en días de mucho calor.
Las fibras naturales son la respuesta más responsable a la hora de elegir nuestras prendas, desde la producción y cultivo de materia prima hasta la manipulación de su deshecho. En su producción se utilizan procesos industriales sustentables y su desecho es 100% biodegradable.
Respecto a la cuestión social, la producción, el proceso, ayuda a comunidades enteras respetando su trabajo. Consumiendo fibras naturales contribuimos al desarrollo local de comunidades autónomas, mejorando su acceso a la salud, educación y tecnología.
La elección de las fibras naturales es mejor por confort, calidad y el impacto positivo que genera su producción. Su fama las hace codiciadas en todo el mundo y son vestidas con el orgullo que envuelve una prenda de lujo.  


Entonces, la próxima ves que elijas llevar una prenda a casa; ¿Tendrás en cuenta estas cuestiones? ¿Optarás por una opción mas saludable para tu piel? ¿Pensarás quién esta haciendo tu ropa?




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